4 libros imprescindibles para cinéfilos
Primer jueves de temática aleatoria y, como no podía ser de otra manera, he decidido recomendaros algunos libros de cine que considero imprescindibles en cualquier biblioteca. Para los muy cinéfilos, seguro que resultarán recomendaciones muy obvias, pero para los que estéis empezando a interesaros por el cine a un nivel más teórico pueden ser buenos puntos de partida antes de abordar manuales más sesudos.
Hitchcock/Truffaut. El libro de cine por excelencia. Si sólo vais a tener un libro sobre cine en vuestra biblioteca tiene que ser éste. Una conversación entre dos de los mejores directores de la historia comparando apuntes sobre lo que mejor sabían hacer: CINE (con mayúsculas).
Moteros Tranquilos, Toros Salvajes (Peter Biskind). En ese libro, Biskind disecciona con precisión el cine americano de los 70. Si Scorsese, Coppola, Schrader, Altman o De Palma están entre vuestros favoritos, éste es sin duda vuestro libro. Y si no lo están, después de la exhaustiva crónica de Biskind de este periodo, lo estarán.
Meditaciones Sobre Cine (Quentin Tarantino). Publicado a finales del año pasado, ya se ha convertido en un clásico inmediato. Pocos directores vivos podrán afirmarse más mitómanos o con mayor cultura audiovisual que Tarantino, y eso sale a relucir desde el primer párrafo. Un libro tan ameno como sus películas, y del que es imposible salir sin un listado inmenso de películas que descubrir (por muy cinéfilo que fueras antes de abrir sus páginas).
Conquista de lo Inútil (Werner Herzog). No es un libro de cine como tal, sino los diarios del propio Herzog durante la grabación de Fitzcarraldo. El rodaje de la película igualó en épica a la ficción, y es interesante, desde un punto de vista creativo, leer de primera mano cómo fueron sorteando la infinidad de obstáculos a los que se enfrentó la producción.
Y hasta aquí las recomendaciones de hoy. Os recuerdo que los jueves os traeré publicaciones más breves y de temática variada, incluyendo recomendaciones o cualquier otra cuestión que se me haya ocurrido esa semana. Y, por supuesto, ¡se admiten sugerencias!