El universo mágico de Rankin/Bass: los maestros de la animación navideña
La historia detrás de los creadores de Rudolph the Red-Nosed Reindeer
Si sois admiradores del cine de animación, en especial de las técnicas de animación previas a la era digital, es más que probable que el nombre Rankin/Bass se haya cruzado más de una vez en vuestros resultados de búsqueda. Si no es así, estáis a punto de descubrir un universo mágico.
Arthur Rankin Jr. y Julius Caesar Bass se conocieron en 1955, cuando ambos trabajaban para la American Broadcasting Company. El primero era por entonces director de arte, el segundo escritor. Formaban un tándem perfecto y, aunque comenzaron haciendo anuncios para televisión, pronto quisieron ampliar horizontes y pasarse al cine y la televisión, así que en 1960 fundaron su propia productora, primero bajo el nombre de Videocraft International Ltd., después Rankin/Bass Productions Inc. y, finalmente, Rankin/Bass Animated Entertainment. Como puede deducirse del nombre, decidieron dedicarse a la animación.
La productora estuvo en funcionamiento desde 1960 hasta 1987, y la asociación se disolvió oficialmente en 2001. Durante ese periodo produjeron numerosas series, películas y especiales para televisión pero, lo que nos ocupa hoy (dadas las fechas) y lo que les convirtió en iconos de la animación americana, fueron los 18 especiales de Navidad que produjeron a lo largo de toda su trayectoria.
Desde sus comienzos, Rankin/Bass se especializó en la técnica de animación de stop-motion conocida como “Animagic”, una técnica que utilizaba marionetas y que les dio la estética que les haría famosos y cuya influencia llega hasta nuestros días (aunque también harían películas en animación tradicional).
Utilizando esta técnica, en 1964 produjeron su primer especial navideño para la NBC, que resultaría el más famoso de su carrera, Rudolph the Red-Nosed Reindeer, basado en la canción homónima de Johnny Marks de 1949, y que se ha convertido en un clásico de la televisión americana.
La animación en stop-motion no era habitual en la televisión de la época y, debido a restricciones técnicas y de presupuesto, los movimientos de las marionetas carecían de la fluidez que ya se había conseguido en otras animaciones, como por ejemplo en las películas de Ray Harryhausen. Sin embargo, este estilo, algo brusco y entrecortado, le confería cierto carácter artesanal y, por qué no, entrañable, y encajaba tan bien con la estética de los especiales que se convirtió en parte de su encanto.
La textura afieltrada de las marionetas, la gama de colores vivos (con predominancia de rojo, verde, azul y blanco) y el aura artesanal que emanaba este primer especial, se convertirían en las señas de identidad de la Rankin/Bass, como se demostraría en los especiales de los años sucesivos.
Otra de las claves de su éxito fue la música. Johnny Marks compuso todas las canciones originales que aparecen en Rudolph the Red-Nosed Reindeer, e incorporó algunos de sus ya clásicos, como Rockin’ Around the Christmas Tree. La banda sonora fue un éxito instantáneo y ha sido versionada y re-grabada en numerosas ocasiones desde 1964.
Con personajes que resultarían recurrentes en futuros especiales de Navidad, como el propio reno o Sam the Snowman (con la voz de Burl Ives), Rudolph the Red-Nosed Reindeer se ha convertido en uno de los especiales emitidos más veces en televisión y es que, a medida que los derechos de emisión pasaban de manos tras la disolución de la productora, el especial se emitía en una cadena u otra de la televisión americana. Este año, por su 60 aniversario, la NBC vuelve a a cargo de su emisión.
Entre 1964 y 1985 Rankin/Bass produjo un total de 18 especiales de Navidad para televisión (algunos en stop-motion y otros en animación tradicional), entre los que se incluían varias secuelas de esta primera entrega también protagonizadas por Rudolph, y varios especiales protagonizados por otro de sus personajes más queridos, el muñeco de nieve Frosty.
Las películas navideñas de Rankin/Bass han influido a numerosos directores posteriormente. Y es que puede que no conocierais el trabajo de esta productora antes, pero seguro que estáis familiarizados con el clásico navideño Elf, en el que John Favreau quiso hacer un homenaje a la productora. Para ello, decidió utilizar técnicas de animación artesanales y le dio al Polo Norte y a sus criaturas un aspecto tan similar al de la Rankin/Bass que contaba incluso con su propia versión de Sam the Snowman (aquí con el nombre Leon).
Si bien estos especiales no son fáciles de encontrar fuera de los límites de la televisión americana, existen compilaciones en DVD/Bluray con los que podéis sumergiros de lleno en el maravilloso mundo de la Navidad de Rankin Bass. Y si solamente tenéis un poco de curiosidad, podéis encontrar fragmentos de estos especiales en Youtube u otras plataformas de video. Son una auténtica delicia.