Bienvenidos a “recomendaciones sin spoilers”. De vez en cuando, os recomendaré alguna película que considero imprescindible pero sólo os daré la mínima información posible para no desvelaros nada importante, así que tendréis que fiaros de mi criterio (que, como el de todo el mundo, a veces es bueno y a veces no).
El 15 de enero nos dejaba uno de los directores más importantes de la historia del cine y un genio indiscutible: David Lynch. Me parecía justo, por tanto, dedicar la recomendación sin spoilers de hoy a una de sus grandes obras maestras, contando con la ventaja de que, tratándose del cine de Lynch, no podría hacer spoilers ni aunque lo intentara. Hoy os recomiendo una de sus mejores obras, ya convertida en obra de culto: Mulholland Drive.
¿Qué?
Betty es una joven actriz que acaba de llegar a Los Ángeles para abrirse paso en la industria. Su camino se cruzará con el de una misteriosa mujer, Rita, que sufre amnesia como resultado de un accidente, y con la que desarrollará un fuerte vínculo.
¿Quién?
David Lynch escribe y dirige Mulholland Drive (su octava película), estrenada en 2001, y que se convertiría en una de las más celebradas de su filmografía.
Naomi Watts protagoniza la cinta dando vida a Betty, en el que sería su primer papel en la gran pantalla, mientras que Laura Harring interpreta a Rita, la otra mujer protagonista. Justin Theroux, Jeanne Bates, Robert Forster, Brent Briscoe o Patrick Fischler completan, entre otros, el reparto.
La música, como es habitual en la obra de Lynch, está a cargo del siempre magnífico Angelo Badalamenti.
La cinta ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes (la segunda de Lynch tras Corazón Salvaje), y el director fue premiado con el galardón a Mejor Director en el mismo festival. La crítica se volcó con la cinta, reconociéndola repetidamente como una de las mejores películas del siglo XXI.
¿Por qué?
Porque se me hace imposible creer que alguien que ame el cine no esté familiarizado con la obra de Lynch, y esta es una de sus mejores películas. Porque nunca habréis visto nada parecido (y eso no es fácil). Porque es una obra maestra, y una obra maestra no debería necesitar de una razón para ser disfrutada. Porque hemos tenido la suerte de vivir en la misma época que David Lynch y disfrutar de su universo, y eso merece un homenaje.