Bienvenidos a “recomendaciones sin spoilers”. De vez en cuando, os recomendaré alguna película que considero imprescindible pero sólo os daré la mínima información posible para no desvelaros nada importante, así que tendréis que fiaros de mi criterio (que, como el de todo el mundo, a veces es bueno y a veces no).
Podríamos hablar largo y tendido (lo haremos en algún momento) de la filmografía de Michael Powell y Emeric Pressburger. De su aportación a la historia del cine, de su fascinante uso del color… y aunque su película más destacada (o al menos más conocida) sea Las Zapatillas Rojas, hoy paso por aquí para recomendaros otra joya dentro de su filmografía: Narciso Negro.
¿Qué?
Una congregación de jóvenes monjas británicas es destinada a una remota región del Himalaya, con la misión de abrir una escuela y un hospital en un antiguo templo. El fuerte contraste de culturas, el clima o la altitud parecen los mayores retos a los que deberá enfrentarse la congregación. Sin embargo, a medida que transcurre el tiempo, comenzarán a experimentar crisis personales que les harán dudar de todo en lo que creen, amenazando el cumplimiento de la misión. La represión, las pasiones y la fe se convierten en los temas en torno a los que gira la trama, convirtiendo lo que parecía un drama religioso en una suerte de thriller.
¿Quién?
Michael Powell y Emeric Pressburger escriben, producen y dirigen esta adaptación de la novela homónima de Rumer Godden (que fue un éxito de ventas en Reino Unido). Estrenada en 1947, la película cuenta con un reparto encabezado por Deborah Kerr, David Farrar y Kathleen Byron (maravillosa en el papel de la inestable Hermana Ruth). Flora Robson, Jenny Laird o Jean Simmons completan el reparto.
¿Por qué?
Porque el uso del color en Powell y Pressburger siempre es digno de admiración, pero en este caso concreto se convierte en el símbolo del choque de culturas y de las crisis que van experimentando las protagonistas. Porque la tensión que subyace a lo largo de toda la película es todo un ejemplo de sutileza en la dirección. Porque Deborah Kerr y Kathleen Byron ofrecen interpretaciones maravillosas.
Pero si sólo pudiera daros una razón para que vierais Narciso Negro es porque esta escena es historia del cine en estado puro: