Sobre el diseño de vestuario contemporáneo 1: Knives Out
La importancia del diseño de vestuario que podría llevarse aquí y ahora
Tengo la impresión de que tanto la industria cinematográfica como el propio público sólo valora el trabajo del diseñador de vestuario en grandes producciones de época o películas de temática fantástica o de ciencia ficción. Y creo que ocurre en igual medida en el cine y en las series.
Basta con comprobar qué películas han ganado el Oscar al Mejor Vestuario en los últimos años (concretamente, todos los ganadores desde 2010): Black Panther Wakanda Forever, Cruella (que no se ajusta necesariamente a las categorías que acabo de citar y que merece un post por separado otro día por el increíble trabajo de Jenny Beavan), Ma’ Rainey’s Black Bottom, Mujercitas, Black Panther, El Hilo Invisible, Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, Mad Max Furia en la Carretera, El Gran Hotel Budapest, El Gran Gatsby, Anna Karenina, The Artist, y Alicia en el País de las Maravillas. La tendencia parece clara.
Pero ¿qué pasa con aquellas ficciones ambientadas en la actualidad? ¿Acaso no se puede hacer un gran trabajo en el diseño de vestuario para personajes que podrían vivir ahora mismo en la casa de al lado? ¿O es sólo que no se les presta la misma atención?
Os voy a poner dos ejemplos de diseño de vestuario contemporáneo magnífico de los que, por las razones que acabo de mencionar, creo que no se habla lo bastante. Para que el contenido no se os haga demasiado largo, vamos a ver uno de esos ejemplos hoy, y el otro en el post del próximo domingo, así que aseguraos de estar suscritos para recibir un correo en cuanto la segunda parte esté disponible.
Knives Out
Jenny Eagan se ocupó del vestuario de la magnífica Knives Out, de Rian Johnson, así como de su secuela, Glass Onion, pero es la primera de la que quiero hablar hoy.
Quizás no estéis familiarizados con el nombre de Jenny Eagan, pero puede que sí que lo estéis con su trabajo, ya que estuvo a cargo del (también espectacular) vestuario de la mini serie de Netflix Maniac.



Sin desvelar demasiado si no la habéis visto (y os la recomiendo encarecidamente), Knives Out se ajusta perfectamente a las claves del whodunit: el escritor de misterio Harlan Thrombey muere en extrañas circunstancias en la mansión familiar y la policía, acompañada por el detective Benoit Blanc (Daniel Craig), intentará esclarecer las causas del fallecimiento, mientras intentan lidiar con la excéntrica familia del escritor.
El diseño de producción de la película es espectacular, creando un atmósfera que encaja a la perfección con la historia (mención especial a la mansión), y con ciertas reminiscencias al Cluedo que también podrían trasladarse en cierta medida al vestuario, ya que cada uno de los personajes tiene un estilo y una gama cromática muy característicos.
En una historia que transcurre en un periodo breve de tiempo (la trama se desarrolla en unos pocos días), el vestuario ayuda a identificar rápidamente el carácter de los personajes.
De ese modo, Harlan Thrombey, el escritor de misterio interpretado por Christopher Plummer, viste de un modo elegante pero a la vez excéntrico, lo que encaja perfectamente con su carácter.



Marta, la enfermera de Harlan interpretada por Ana De Armas, lleva prendas cómodas y sencillas, en colores suaves, ya que su personaje es el más amable y accesible de todos. Es la única que no se preocupa por ostentar poder sobre el resto de personajes. A través del vestuario percibimos que ella es la heroína de esta historia.






Linda (Jamie Lee Curtis), la hija mayor de Harlan, lleva colores muy vivos y looks monocromáticos, con los que refuerza su posición de poder dentro de la familia y dentro de su matrimonio.



Joni (Toni Collette) lleva prendas más etéreas enfatizando su carácter más bohemio.



Walt (Michael Shannon) y su familia llevan prendas más conservadoras, acordes con sus ideales.



Y, finalmente, Ransom (un Chris Evans divertidísimo) lleva prendas espectaculares (los mejores jerseys del cine reciente) pero en las que se pueden ver algunas roturas y agujeros, porque el personaje es egocéntrico, caprichoso, y malcriado, por lo que no cuida de sus posesiones si pueden ser reemplazadas.



No podría recomendaros más esta película. Tanto si disfrutáis de una trama clásica de misterio como si no, sólo el diseño de producción y el vestuario de la cinta ya harían que el visionado mereciese la pena. Una delicia.
Terminamos aquí con el primer ejemplo de diseño de vestuario contemporáneo, y os recuerdo que el domingo que viene continuaremos con la segunda mitad de este post, en el que analizaremos un segundo ejemplo, esta vez, televisivo. ¡Suscribíos para no perdéroslo!